Con aproximadamente 8 mil kilómetros de costa, Brasil tiene un potencial considerado inmenso para una de las tecnologías más modernas de energía renovable: la energía eólica offshore (costa afuera), que utiliza turbinas fijas o flotantes instaladas en el mar.
Brasil se encuentra entre los países destacados en un estudio reciente, producido por el Programa de Asistencia para la Gestión del Sector Energético (ESMAP) y por la Corporación Financiera Internacional (CFI), el brazo del Grupo del Banco Mundial para el desarrollo del sector privado. Además de Brasil, el estudio analiza India, Marruecos, Filipinas, Sudáfrica, Sri Lanka, Turquía y Vietnam, que, en conjunto, tienen un potencial eólico marino (medido en 200 km de costa) de 3,1 terawatts, o aproximadamente tres veces la capacidad instalada de generación de electricidad de todos los países de la Unión Europea. De este total, 1,228 terawatts provienen de Brasil.
“En los países que elegimos analizar, sentimos que había más interés y potencial de recursos. Brasil es muy activo en energía eólica y, aunque todavía tiene mucho potencial onshore (tierra adentro) para explorar, el gobierno ha expresado un gran interés en el desarrollo offshore”, afirma uno de los autores del estudio, el experto sénior en energía de ESMAP, Oliver Knight.
En el último año, el Grupo del Banco Mundial y el gobierno brasileño participaron en eventos y estudios conjuntos, que también condujeron al Mapeo de la Energía Eólica Marina en Brasil, y a lo largo de 2020 seguirán analizando formas de aprovechar el potencial del país.
Costos decrecientes
Antes de pensar en el futuro de la energía eólica marina, incluso en Brasil, es importante entender dónde, cómo y por qué esta tecnología se volvió viable.
Europa ha estado a la vanguardia de esta industria desde que se instaló el primer parque eólico marino en 1991, en Vindeby, en el este de Dinamarca. Tenía 11 turbinas, cada una de las cuales generaba 450 kilovatios (kW) para una capacidad total de casi 5 megavatios (MW). Cerrado en 2017, allanó el camino para parques eólicos marinos en toda Europa.
A lo largo de la década de 2000, el sistema continuó expandiéndose en el sur del Mar del Norte, el Mar de Irlanda y el Mar Báltico, regiones de fuertes vientos. La industria eólica marina más grande del mundo, y con los costos más bajos, se encuentra hoy en el Reino Unido, con una capacidad acumulada de 8,5GW.
A nivel mundial, el sector ha crecido casi cinco veces desde 2011, con 23GW instalados a fines de 2018. Pero, a pesar de la expansión, las turbinas marinas permanecieron en gran parte instaladas en Europa y China.