Cuenten con nosotros, tal como nosotros contamos con ustedes para apoyar enfoques innovadores en la primera línea del desarrollo. Este es el ámbito en el que podemos ganar las batallas contra las múltiples crisis que enfrentamos.
David Malpass
Presidente, Grupo Banco Mundial
En su alocución ante el Comité (i), el presidente del GBM, David Malpass, describió cómo estas crisis afectan la economía mundial. Hizo hincapié en que las atrocidades cometidas contra los civiles y la pérdida de vidas y de medios de subsistencia provocada por la guerra en Ucrania son devastadoras. Los efectos indirectos están sintiéndose en todo el mundo, y el alza de los precios de la energía y los alimentos afectó pronto a los más vulnerables, en particular en África y Oriente Medio. "La guerra debe terminar ya mismo", afirmó.
En la mesa redonda dirigida a los medios de comunicación (i) con la que se dio inicio a las Reuniones, Malpass mencionó que el GBM está trabajando en una respuesta a la crisis que incluye un paquete de financiamiento de alrededor de USD 170 000 millones (i), con el que se buscará abordar las amplias necesidades de los países clientes entre abril de 2022 y junio de 2023. Para esto se toma como base el rápido aumento del financiamiento que proporcionó el GBM en respuesta a la pandemia de COVID‑19, gracias al cual se suministraron USD 157 000 millones durante un período de 15 meses para ayudar a los países a abordar los impactos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia.
Si bien la guerra y sus repercusiones fueron el tema principal, durante las Reuniones de Primavera también se celebraron diversos eventos públicos para promover el diálogo sobre los desafíos más importantes del desarrollo en la actualidad. Numerosos funcionarios responsables de formular políticas, expertos, personas influyentes y otras partes interesadas clave debatieron sobre el desarrollo digital, la acción climática, el comercio y los subsidios, la fragilidad, la deuda y el capital humano. Entre las principales conclusiones de las Reuniones figuran las siguientes:
Las tecnologías digitales están transformando muchos empleos y servicios; pueden ayudar a propiciar el crecimiento y la prosperidad a largo plazo, así como a generar resiliencia frente a las crisis. Sin embargo, muchos habitantes de los países en desarrollo aún no tienen conexión o todavía no reciben los beneficios de dichas tecnologías. Se necesita un compromiso colectivo de los sectores público y privado para cerrar las brechas y generar una economía digital equitativa para todos.
Para abordar tanto el cambio climático como el desarrollo, se debe pasar de los compromisos de alto nivel a las medidas reales y tangibles, entre las que figuran las inversiones a gran escala dirigidas a respaldar una transición hacia una economía con bajos niveles de emisión de carbono y generar resiliencia.
Las economías frágiles y afectadas por conflictos necesitan inversiones y un sector privado dinámico para crear empleo, producir crecimiento económico y construir infraestructura. El desplazamiento forzado constituye una crisis mundial, pero las políticas y las inversiones inclusivas pueden permitir que los refugiados ayuden a generar prosperidad social y económica.
Para que la deuda contribuya al desarrollo, se debe posibilitar una rápida reestructuración, respaldar la reducción a mediano plazo de la carga insostenible de la deuda y desarrollar mejores prácticas para que los futuros préstamos resulten sostenibles, se logre mayor transparencia y se incremente la rendición de cuentas respecto de los contratos de endeudamiento.
Los países se han mostrado innovadores en la creación y protección del capital humano —esto es, los conocimientos, las habilidades y la salud que las personas necesitan para desarrollar su potencial— aun cuando la COVID‑19 ha revertido muchos de sus logros. Se necesita un compromiso político y un financiamiento sostenidos para reforzar el capital humano y respaldar un crecimiento más sólido e inclusivo.
En el discurso que pronunció en Varsovia, Malpass instó a los países a tomar medidas para evitar una crisis alimentaria mundial, mantener abiertos los mercados y alentar el flujo de inversiones. Subrayó que los países deben ampliar su base de inversiones y evitar concentrar la riqueza y los ingresos en segmentos reducidos de la población. También señaló que para garantizar la seguridad, la estabilidad y la paz se requiere un esfuerzo constante dirigido a fortalecer las instituciones, reducir la desigualdad y elevar los niveles de vida. Al concluir, hizo hincapié en que el GBM es un asociado comprometido con estos esfuerzos: "Cuenten con nosotros, tal como nosotros contamos con ustedes, para apoyar enfoques innovadores en la primera línea del desarrollo. Este es el ámbito en el que podemos ganar las batallas contra las múltiples crisis que enfrentamos".
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