Skip to Main Navigation
ARTÍCULOMayo 28, 2024

Un pequeño puente, una gran evolución para los residentes de Tocantins, Brasil

The World Bank

Adeusil Antonio Gonçalves y su hijo Roberto, de Tocantins.

Fotos: Mariana Ceratti/Banco Mundial

Un nuevo puente sobre el Río Manoel Alves, facilitó el acceso al trabajo, educación y tratamientos de salud, además de disminuir costos logísticos. Este es uno de los resultados de una inversión de nueve años en el estado

The World Bank

El sueño de Ricardinho Nunes, de 51 años, residente del poblado Apinajé, en São Valério, Tocantins, era dejar de ser barquero. Lo logró y sintió un enorme alivio. Por siete años, su trabajo consistió en manejar la barcaza que cruzaba de una orilla a otra del Río Manoel Alves, llevando gente y carga entre los municipios de São Valério y Santa Rosa do Tocantins. La embarcación, arrastrada solo por un cable, estaba sujeta a las inundaciones y sequías del río, haciendo el cruce peligroso para todos.

"Eran muchas vidas dependiendo de mí. Niños, ancianos, gente que no sabía nadar. Podía ver  el momento en que la barcaza iba a romperse y causar lo peor", recuerda. Varias veces trabajó fuera de horario para cruzar personas que necesitaban atención médica de madrugada.

Si no era posible tomar la barcaza, la otra opción era dar un rodeo de 180 km entre los dos municipios, algo que tomaba más tiempo y encarecía la logística de los productores rurales de la región. Por eso, el puente sobre el Manoel Alves era una petición de toda la comunidad. "Hasta los barqueros lo querían, aunque eso significara perder el empleo", cuenta Ricardinho.

Después de reivindicar durante 50 años, los residentes vieron la inauguración en mayo de 2022. El puente de concreto, de 150 metros, fue parte del Proyecto de Desarrollo Regional Integrado y Sostenible de Tocantins (PDRIS), del gobierno del estado, apoyado por el Banco Mundial.

El proyecto invirtió 282 millones de dólares en siete áreas: transportes, educación, agricultura, medio ambiente, turismo, recursos hídricos y mejora de la gestión pública. "Fueron 718 actividades a lo largo de nueve años", recuerda Mauricio Fregonesi, gerente del proyecto en el gobierno de Tocantins.

"Por medio del PDRIS, se mejoraron 2200 km de carreteras estatales. El proyecto también realizó obras como galerías, viaductos, alcantarillas y puentes para complementar la accesibilidad de la población de 72 municipios. En total, fueron 2300 obras, que hicieron accesibles hasta 5500 km de carreteras secundarias en Tocantins", enumera Carlos Bellas, especialista en Transportes en el Banco Mundial.

Ricardinho dejó de ser barquero, pero no se quedó sin empleo. Como servidor de la Alcaldía de São Valério, fue transferido y pasó a hacer servicios de limpieza en las escuelas y en los terrenos del municipio. "No es un trabajo ligero, pero tengo muchas menos preocupaciones", celebra.

The World Bank

Hoy retirado, el albañil y electricista Adeusil Antonio Gonçalves, de 64 años, natural de Santa Rosa, vivió los tiempos en que ni siquiera había barcaza para transportar productos básicos para el poblado Apinajé. Frijoles, café, azúcar, jabón en barra y aguardiente, entre otros, eran llevados en carretas de burro hasta la orilla del río.

"Como la carreta no cabía en la embarcación, mandaban a alguien a cruzar para decir que los productos habían llegado. Entonces, venían dos o tres canoas para buscar los productos", recuerda.

"El transporte en aquella época era bicicleta, caballo, burro. Después, las cosas se transformaron muy rápido. Ya no doy abasto para seguir todos los modelos de coches que existen", dice, sonriendo.

En un miércoles por la mañana, Adeusil acompañaba a su hijo, el electricista Roberto Gonçalves, que cruzaba el puente de Santa Rosa rumbo a São Valério para hacer el mantenimiento de las cámaras de seguridad de una finca. Ahora que el puente está en funcionamiento, Roberto se desplaza más fácilmente por la región. "Todo el mundo que vive aquí sintió la mejora. Yo, por ejemplo, puedo atender a más clientes", detalla Roberto.

The World Bank

Residente del poblado Apinajé, el ingeniero agrónomo y productor rural Matheus Vitor da Silva recuerda que, en los últimos meses de la obra, hasta los agricultores ayudaron, tanta era la urgencia de ver el puente listo: "Estaba lloviendo mucho y la gente no conseguía finalizar los terraplenes. En cuanto la lluvia dio una tregua, pusimos más camiones para dar una fuerza a los equipos del gobierno, y así el trabajo terminó".

Productores de soja y maíz, Matheus y su familia, originarios de Paraná, vieron el impacto en la logística. Actualmente, la carga se transporta a lo largo de una distancia menor, con menos camiones – pues el puente soporta vehículos más grandes – y el gasto de combustible se ha reducido.

"Nosotros pagábamos 6 reales por saco para llevar y ahora está entre 4 y 4,50 reales", cuenta Matheus. "Considerando que producimos entre 35 mil y 40 mil sacos, la reducción en el total del flete es de hasta 60 mil reales", calcula.

"Tocantins es uno de los mayores productores de productos básicos en Brasil y, dentro del proyecto, la infraestructura vial fue concebida de modo a favorecer, entre otras finalidades, la logística", explica Fatima Amazonas, que fue cogestora del proyecto por cerca de cinco años.

Con la nueva infraestructura, la región y sus residentes sintieron la diferencia en todos los aspectos de la vida. Ahora, para realizar las pequeñas y grandes metas del día a día – como trabajar, estudiar, conseguir atención médica y hacer compras –, basta con cruzar el puente.

Blogs

    loader image

ÚLTIMAS NOTICIAS

    loader image