Cuando Julia regresó a su casa después del paso del huracán Fiona en septiembre de 2022, se encontró con un panorama desolador. "El huracán lo destruyó todo. Fue un desastre", recuerda.
Sin embargo, con la rápida ayuda del gobierno a través del Bono de Emergencia, pudo mitigar el impacto de Fiona en su economía familiar y, poco a poco, recuperar una sonrisa en su rostro. "Durante cuatro meses, me depositaron veinte mil pesos que utilicé para hacer las compras", rememora. Además, Julia recibió ayuda para reparar muchos de los daños causados en su casa.
Julia recibe regularmente otras ayudas económicas que, al igual que el Bono de Emergencia, cuentan con el respaldo del Banco Mundial y están destinadas a promover la seguridad alimentaria, la nutrición y el uso eficiente de la energía a través de programas como Aliméntate, Bonoluz y Bonogas.
Todas estas ayudas forman parte de SUPÉRATE, el programa más importante del sistema de protección social de la República Dominicana.
SUPÉRATE también ayuda a las familias dominicanas más necesitadas brindándoles la oportunidad de invertir en la salud y educación de sus hijos a través de transferencias monetarias condicionadas, asegurando que cumplan con ciertos criterios, como llevar a los más pequeños a la escuela. Además, tiene como objetivo apoyar a participantes con capacitaciones que les permitan desarrollar habilidades para el trabajo y ayudarles a establecer enlaces para mejorar su inserción laboral, especialmente entre las mujeres, quienes experimentan mayor desigualdad, según el reciente diagnóstico de género realizado por el Banco Mundial.
A estos apoyos se les suma el Bono de Emergencia, cuyo objetivo principal es ayudar a los hogares más pobres y vulnerables que han sufrido las consecuencias de un desastre o que están siendo afectados por el cambio climático.
Un sistema de protección social adaptativa en la vanguardia internacional
El sistema de protección social adaptativa (PSA) de la República Dominicana se ha convertido en un referente para otros países de la región y del mundo.
“Esto es fruto del trabajo continuo del gobierno con el apoyo de organismos internacionales como el Banco Mundial, y que se refleja en un grupo de trabajo donde los distintos actores presentan su apoyo al gobierno de manera coordinada y complementaria, bajo el paraguas del programa SUPÉRATE”, explica Alexandria Valerio, representante del Banco Mundial en República Dominicana.
Según la nota "Hacia Sistemas de Protección Social Adaptativos en América Latina y el Caribe" del Banco Mundial los enfoques de PSA se basan en el reconocimiento de que los sistemas de protección social tienen la capacidad de amortiguar las consecuencias de una variedad de choques sobre los medios de subsistencia, los ingresos, la seguridad alimentaria y los activos de los hogares. Para ello, los gobiernos deben trabajar en los cuatros pilares de la PSA: data e información; programas; financiamiento; e instituciones y coordinación.
El éxito del sistema dominicano radica en el desarrollo de estos cuatro pilares. En cuanto a data e información: el SIUBEN (Sistema Único de Beneficiarios) permite identificar a los hogares pobres y vulnerables y clasificarlos de acuerdo a sus niveles de pobreza; adicionalmente recoge la Ficha Básica de Necesidades (FIBE) que identifica la combinación de pobreza y el grado de afectación, y le permite al comité técnico de SUPÉRATE, integrado por SIUBEN, SUPÉRATE y la Administración de Subsidios Sociales (ADESS), tomar decisiones informadas respecto a los hogares que cumplen con los requisitos para recibir el Bono de Emergencia.
El segundo pilar es programas y sistemas: una vez creado el Bono de Emergencia en el 2021, se ha utilizado para responder a diversos desastres como el huracán Fiona, en cuyo caso el bono ayudó a 34 mil familias pobres y vulnerables como la de Julia a recuperarse de los estragos. Se movilizó ayuda inmediata para aliviar y mitigar sus impactos en las comunidades afectadas.
El tercer pilar es financiamiento: el comité técnico del Bono de Emergencia, una vez que recibe la información de la magnitud de la afectación, envía un informe al Ministerio de Hacienda solicitando los fondos necesarios para cubrir la emergencia con datos y evidencia clara y objetiva.
El cuarto pilar es instituciones y coordinación: el Bono de Emergencia se institucionaliza mediante mandato presidencial y la coordinación tiene una ruta establecida en el gobierno y en el nivel de organismos internacionales.
El éxito del sistema de protección social adaptativa dominicano radica en su respuesta a desastres naturales como el huracán Fiona y a otras crisis, como la pandemia de la COVID-19, en la que se atendieron aproximadamente a 1,6 millones de hogares duplicando la cobertura del programa prepandemia. Mediante la rápida y efectiva respuesta del gobierno, a través de la ampliación en la cobertura y los montos de apoyo de SUPÉRATE, se evitó un aumento adicional de la tasa de pobreza de hasta 6 puntos porcentuales.
Conoce más sobre el sistema de protección social adaptativa dominicano.