No cabe duda de que para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuya primera meta es eliminar la pobreza del planeta para 2030, es necesario estrechar al máximo la colaboración dentro la comunidad internacional, sumando esfuerzos y articulando políticas y programas para beneficio de quienes más lo necesitan.
Por eso participo en estos días de la Asamblea de Gobernadores del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y de la Corporación Interamericana de Inversiones (BID Invest), que se celebra este año en la bella ciudad de Guayaquil.
El Banco Mundial tiene un gran interés en intensificar y consolidar alianzas con otros organismos multilaterales como el BID, el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), entre otros, para apoyar en conjunto la agenda de desarrollo de los países y así poder enfrentar los complejos desafíos que tenemos por delante.
La experiencia muestra que cuando existen dos o más organizaciones multilaterales trabajando juntas se fortalece el diseño, ejecución y supervisión de un proyecto y se puede brindar un mejor apoyo a esa agenda.
Sin duda, más especialistas pueden aportar mejores soluciones y se aprovechan los recursos de manera más eficiente, tanto de los organismos como de los países.
Aquí mismo, en Guayaquil, estamos apoyando el Plan de Universalización del Servicio de Alcantarillado del sur de la ciudad conjuntamente con el Banco Europeo de Inversiones. Se trata de uno de los proyectos más importantes que tenemos en Ecuador y en saneamiento en América Latina y el Caribe.
El proyecto permitirá lograr el acceso universal a los servicios de saneamiento con alcantarillado en la cuenca de captación de aguas residuales en este sector de la urbe, donde viven alrededor de un millón de personas.
Además, garantizará que se devuelva al río el agua tratada cumpliendo las normas ambientales y sin alterar el ecosistema.
Este año hemos aprobado para Ecuador US$ 850 millones que apoyarán el Plan de Prosperidad del gobierno, respaldado por los otros multilaterales e instituciones financieras como el Fondo Monetario Internacional, para ayudar a Ecuador a retornar al camino del crecimiento y desarrollo sostenibles.
El metro de Quito se convertirá pronto en una realidad, financiado en conjunto entre el BM, el BID, la CAF y el BEI.
Todos los que mencioné son proyectos importantes, pero nos hace falta ir más allá para hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sustentable, involucrando más al sector privado y a la sociedad civil.
En el Banco Mundial estamos creando las condiciones para que esa participación ocurra. Solo así, con una cooperación amplia y la participación de toda la sociedad, conseguiremos responder a los desafíos más complejos y a las necesidades de inclusión y de garantizar oportunidades para todos.
Axel van Trotsenburg es vicepresidente del Banco Mundial para América Latina y el Caribe
