Ciudad de Washington, 26 de abril de 2012. En el día de hoy, el Banco Mundial dio a conocer la siguiente declaración de la vicepresidenta para Asia oriental de la institución, Pamela Cox, sobre los pasos dados por el Banco para volver a operar con el Gobierno de Myanmar.
“Quiero proporcionarles información actualizada sobre la posición del Grupo del Banco Mundial con respecto a Myanmar. Estamos trabajando en estrecha colaboración con el Directorio y con los accionistas de nuestra institución con respecto a nuestros planes para el futuro.
Como es de su conocimiento, hemos reiniciado las operaciones con el Gobierno de Myanmar, con el fin de respaldar reformas beneficiosas para la población de ese país, en especial para las personas pobres y vulnerables.
A principios de junio abriremos en Myanmar una oficina que será dirigida por un nuevo gerente a cargo de las operaciones en ese país. Además, en junio viajaré a Myanmar para evaluar directamente la situación. Me acompañarán los vicepresidentes de las instituciones del Grupo del Banco Mundial que se ocupan del sector privado y del otorgamiento de seguros: IFC y el MIGA, respectivamente.
Nuestra meta primordial consiste en ayudar a la población de Myanmar. Como ese país ha permanecido cerrado al mundo exterior durante décadas, estamos preparando una estrategia que oriente nuestra labor con su Gobierno a fin de mejorar los servicios que recibe la población y ayudar a hacer frente a los desafíos que el país tiene ante sí en materia de desarrollo.
Se trata de un enfoque de varios frentes. Un análisis económico ayudará a comprender la situación que enfrenta la población de Myanmar y las vías más adecuadas para obtener rápidamente los beneficios del desarrollo.
Estamos estudiando la manera de crear puestos de trabajo en el sector agrícola y en empresas de pequeña y mediana escala. También estamos estudiando el tema del acceso de la población al financiamiento, para poner a los agricultores en mejores condiciones de obtener crédito y así incrementar la producción y hacer posible la disminución de los precios en los mercados locales y el incremento de los ingresos de los productores del agro.
Además, estamos aprovechando nuestra labor analítica —por ejemplo, el reciente Informe sobre el Desarrollo Mundial, sobre los Estados frágiles y afectados por conflictos— a fin de generar oportunidades para la población de las zonas en que se ha declarado el alto el fuego en Estados afectados por conflictos étnicos. Uno de los mensajes clave del informe se refiere a la importancia que reviste generar beneficios económicos reales para todas las personas una vez aplacados los conflictos, para aumentar las perspectivas de paz.
El Grupo del Banco está trabajando en estrecha relación con otros donantes en esa esfera. También lo hace con entidades asociadas, para determinar las alternativas más adecuadas para eliminar los atrasos de pagos de Myanmar, lo que permitirá al Banco proporcionar respaldo financiero para el desarrollo de ese país.
Es importante subrayar que también estamos trabajando con organizaciones de la sociedad civil para dar respaldo a la importante labor que ellas realizan con el fin de promover la transparencia y la responsabilidad.
El Banco está evaluando el clima de inversión para ayudar a los inversionistas a determinar las alternativas más adecuadas de hacer negocios con que cuentan, con la consiguiente intensificación de la actividad económica y el aumento del número de puestos de trabajo para la población de Myanmar.
Reconocemos el hecho de que las reformas son frágiles, y tenemos muy presentes los riesgos. El ritmo de nuestra acción conjunta con Myanmar dependerá de la sostenibilidad de las reformas."
