KINSHASA, REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO, 22 DE MAYO DE 2013. En el primer día de una histórica misión conjunta de las Naciones Unidas y el Grupo del Banco Mundial a la región de los Grandes Lagos, el Grupo del Banco Mundial anunció el nuevo financiamiento, por un monto de US$1000 millones, propuesto para ayudar a los países de la región a prestar mejores servicios de salud y educación, intensificar el comercio transfronterizo y financiar proyectos hidroeléctricos, en respaldo del acuerdo de paz para dicha región suscrito por 11 países en febrero del presente año.
El presidente del Grupo del Banco Mundial, Dr. Jim Yong Kim, quien junto con el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, realiza un viaje de tres días a la República Democrática del Congo, Rwanda y Uganda, manifestó que la seguridad y el desarrollo de la región de los Grandes Lagos son esenciales para los esfuerzos realizados por África para lograr una notable reducción de la pobreza extrema y generar prosperidad para millones de personas cuyas oportunidades económicas han sido escasas.
“Hemos realizado extraordinarios esfuerzos para asegurar financiamiento por un monto adicional de US$1000 millones porque creemos que ello puede contribuir en gran medida al logro de una paz duradera en la región de los Grandes Lagos”, dijo Kim. “Ese financiamiento ayudará a revitalizar el desarrollo económico, crear empleo y mejorar las condiciones de vida de personas cuyos sufrimientos han sido por demás prolongados. Ahora los líderes de la región, poniendo en marcha nuevamente la actividad económica y mejorando las condiciones de vida en zonas de frontera pueden suscitar mayor confianza, crear economías y dar nuevas oportunidades a millones de personas”.
Kim dijo que el nuevo compromiso regional, que consiste en financiamiento sin interés proveniente de la Asociación Internacional de Fomento*, respaldará la consecución de dos importantes objetivos prioritarios de la región: la recuperación de los medios de subsistencia, para reducir la vulnerabilidad de los habitantes de la región de los Grandes Lagos cuyas comunidades se vieron muy afectadas durante el conflicto que azotó a la región, y revitalizar y ampliar la actividad económica transfronteriza para estimular las oportunidades y la integración en las esferas de agricultura, energía, transporte y comercio regional.
El financiamiento adicional que el Banco Mundial se propone suministrar comprende unos US$100 millones para programas de respaldo de los medios de subsistencia agrícola y rural para personas desplazadas dentro de su país y para refugiados en la región; US$340 millones de respaldo para el proyecto hidroeléctrico de Rusumo Falls, de 80 megavatios, para Burundi, Rwanda y Tanzanía; US$150 millones para la rehabilitación de los proyectos Ruzizi I y II, y financiamiento para Ruzizi III, de suministro de electricidad a Rwanda, Burundi y la República Democrática del Congo; US$165 millones para construcción de caminos en Kivu del Norte, Kivu del Sur y Province Orientale, en la República Democrática del Congo; US$180 millones para mejoramiento de infraestructura y gestión de frontera a lo largo de la frontera Rwanda-República Democrática del Congo, y millones de dólares adicionales para laboratorios de salud pública, pesca y programas de facilitación del comercio y de otra naturaleza.
En tanto que otras regiones de África al sur del Sahara registran altas tasas de crecimiento, en los de la región de los Grandes Lagos los niveles de pobreza han sido extremadamente elevados, y los de prestación de servicios como el de acceso a la electricidad han sido muy bajos. Un componente clave del enfoque en materia de desarrollo del Grupo del Banco Mundial consiste en incrementar la generación de electricidad y la interconectividad eléctrica para aprovechar las fuentes de energía hidráulica y geotérmica de bajo costo y renovable. Explotar el potencial hidroeléctrico en la República Democrática del Congo, en especial, proporcionará a Burundi y Rwanda acceso a electricidad de bajo costo y participación en la estabilidad regional. En la actualidad no existe una red regional y la interconectividad entre los países de la región es escasa.
En Kinshasa, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dio una cálida bienvenida al compromiso del Grupo del Banco Mundial.
“En un proceso dinámico, muchos países de África están dando grandes pasos, y ahora la población de la región de los Grandes Lagos —en especial la de la República Democrática del Congo— merece gozar plenamente de la posibilidad de progresar. Un acuerdo de paz debe proporcionar un dividendo de paz. Es por ello que el Dr. Jim Kim y yo estamos efectuando esta visita. Vemos esperanzas en el horizonte para los pobladores de la región de los Grandes Lagos y estamos resueltos a ayudarlos en cada etapa del proceso”, señaló el secretario general de las Naciones Unidas.
El comercio transfronterizo, clave para la paz
Al anunciar su nuevo compromiso de financiamiento el Grupo del Banco Mundial expresó que promover un aumento significativo del comercio es de interés común de todos los países de la región y hará mucho más eficaces las políticas nacionales de desarrollo.
“Junto con un aumento muy pronunciado de la generación de electricidad para la región de los Grandes Lagos se lograrán beneficios económicos de gran envergadura si todos ayudamos a facilitar y agilizar los cruces de fronteras, para que las personas y sus bienes puedan pasar de un país a otro”, señaló Makhtar Diop, vicepresidente del Banco Mundial para África, quien acompaña al presidente Kim y al secretario general de las Naciones Unidas en su misión para conocer los hechos.
“No obstante, el potencial de África de alimentar a sus habitantes aún no se está cumpliendo, porque en regiones como la de los Grandes Lagos los agricultores, para llevar los alimentos que producen a los mercados de la región se ven confrontados con más obstáculos al comercio que los que tienen ante sí los agricultores del resto del mundo”, expresó Diop. “Con demasiada frecuencia las fronteras dificultan la llegada de abundantes provisiones de alimentos a hogares y comunidades, que se debaten con una grave escasez de comestibles”.
Mejorar los caminos promoverá también el comercio y mejores condiciones de vida para la población
En su llamamiento a una solución que lleve paz y desarrollo a la región de los Grandes Lagos los altos funcionarios del Banco Mundial señalaron que el nuevo compromiso financiero asumido contribuirá a rehabilitar caminos para conectar a comunidades remotas de productores comerciales con mercados regionales.
El respaldo del Banco se centrará en la rehabilitación de carreteras troncales transfronterizas primarias, lo que se complementará mediante la rehabilitación y apertura de caminos secundarios necesarios para llevar alimentos a los mercados. Los beneficios de este enfoque son dos: primero, el aumento del comercio mejorará significativamente las actividades económicas, los medios de subsistencia y el empleo; segundo, la conectividad hará posible el libre desplazamiento de personas y bienes y el restablecimiento de las funciones reguladoras del Estado.
Dentro de la República Democrática del Congo el actual proyecto de caminos del Banco Mundial (Pro-Routes, por US$248 millones) está teniendo un importante impacto al contribuir a la reapertura de 2176 kilómetros de caminos en la Province Orientale, Kivu del Sur y Katanga. El impacto económico de los tramos rehabilitados ha sido significativo, ya que en algunos casos los costos de transporte se han reducido en hasta un 80% y el tiempo de viaje se ha reducido a menos de la mitad. Las pruebas empíricas indican que la inseguridad se está atenuando donde se han rehabilitado caminos.
Renovada oportunidad de paz en la región de los Grandes Lagos
Mary Robinson, la enviada especial de las Naciones Unidas para la región de los Grandes Lagos de África, quien además participa junto con Ban Ki-moon y Jim Yong Kim en este viaje para conocer los hechos, manifestó su respaldo al nuevo compromiso con el desarrollo asumido por el Grupo del Banco Mundial frente a la región de los Grandes Lagos y su población.
“Existe una nueva posibilidad de hacer algo más que limitarse a esperar las consecuencias del conflicto”, señaló Robinson. “Existe la posibilidad de resolver las causas subyacentes del conflicto y ponerle fin para siempre. Para que este nuevo intento tenga éxito donde otros no lo han alcanzado debe existir optimismo y coraje, en lugar de escepticismo. Los Gobiernos y la población de la región, así como la comunidad internacional, deben volver a confiar en que la paz es asequible, y estar resueltos a adoptar las medidas necesarias y adecuadamente coordinadas para lograrla”.
* La Asociación Internacional de Fomento (AIF) del Banco Mundial, establecida en 1960, ayuda a los países más pobres del mundo con financiamiento sin interés para el desarrollo destinado a proyectos y programas que fomentan el crecimiento económico, reducen la pobreza y mejoran las condiciones de vida de los pobres. La AIF es una de las mayores fuentes de asistencia para los 82 países más pobres, 40 de los cuales están en África. Los recursos de la AIF suscitan cambios positivos en 2500 millones de personas que viven con menos de US$2 diarios. Desde su creación, la AIF ha apoyado actividades en 108 países. El monto anual de sus compromisos ha aumentado en forma sostenida y su promedio, en los últimos tres años, fue de alrededor de US$15 000 millones. Alrededor de la mitad de esa suma se ha destinado a África.