Buenos días. Bienvenidos a las Reuniones de Primavera del Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.
Es un honor para mí estar con ustedes esta mañana en calidad de presidente del Grupo Banco Mundial.
Agradezco asimismo la oportunidad de trabajar con un equipo tan sólido de profesionales del desarrollo talentosos y dedicados.
El Grupo Banco Mundial desempeña una función cada vez más decisiva liderando iniciativas para abordar los desafíos mundiales que enfrentan los habitantes de los países en desarrollo. Nuestra misión es clara e importante.
La función del Banco es particularmente valiosa en los países más pobres, donde la desaceleración de la economía mundial que se inició el año pasado golpea con más fuerza a la población.
El crecimiento mundial perdió impulso durante 2018: según los cálculos del Banco Mundial, en el cuarto trimestre cayó al 2,7 %, mientras que en el primer trimestre se había ubicado en el 3,3 %.
Esta desaceleración se observó tanto en las economías en desarrollo como en las avanzadas, y coincidió con otras tres señales de alarma: la falta de reformas estructurales en las principales economías, las tensiones financieras en algunos de los grandes mercados emergentes y el aumento de la incertidumbre respecto de las políticas en todo el mundo.
Si se mantienen las tendencias actuales, las proyecciones indican que el crecimiento del ingreso per cápita de África al sur del Sahara en su conjunto permanecerá por debajo del 1 % al menos hasta 2021, lo que eleva el riesgo de una mayor concentración de la pobreza extrema en la región. El crecimiento de la mediana de los ingresos también será endeble.
Esto es muy preocupante porque amenaza el logro del objetivo primordial del Banco Mundial de poner fin a la pobreza extrema para 2030.
En el mundo, la cantidad de personas que viven en la pobreza extrema cayó a los 700 millones, según los cálculos más recientes. Esto representa una reducción respecto de los niveles mucho más altos de las décadas de 1990 y 2000. Pero en África al sur del Sahara, esta cantidad va en aumento.
Para 2030, casi 9 de cada 10 personas extremadamente pobres serán africanas, y la mitad de los pobres del mundo vivirá en situaciones de fragilidad y conflicto.
Esto exige la acción urgente de los propios países y de la comunidad internacional.
Afortunadamente, la posición financiera del Grupo Banco Mundial es sólida. Y con el paquete de aumento de capital que se acordó hace un año durante las Reuniones de Primavera y que me enorgullezco de haber respaldado, la organización está logrando aún más capacidad de respuesta, eficiencia y eficacia.
Esta semana, el Grupo Banco Mundial se ha unido al Fondo Monetario Internacional para dar la bienvenida a nuestros 189 accionistas a las Reuniones de Primavera.
Ya he comenzado a reunirme con representantes de los países miembros y otras partes interesadas para analizar los desafíos que tenemos por delante y promover la extensa agenda del desarrollo mundial.
Me complace participar de estas deliberaciones tan importantes.
Reitero mi agradecimiento por su presencia esta mañana. Ahora con gusto responderé algunas preguntas.