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VideoOctubre 25, 2024

Los pobres, los más afectados por los desastres en América Central y la República Dominicana

Los países de la región de Centroamérica y República Dominicana enfrentan múltiples amenazas derivadas de los desastres y del cambio climático, ¿cómo pueden prepararse?

Michel Kerf, director del Banco Mundial para América Central y la República Dominicana, lo explica en esta entrevista.

¿Por qué es importante priorizar en la inversión destinada a gestionar los desastres en los países de Centroamérica  y la República Dominicana?

La razón es simple: los países de la región están sumamente expuestos a desastres. Entonces hay dos cosas principales que los países tienen que hacer. La primera es tomar  medidas preventivas, y eso quiere decir medidas que permiten reducir el impacto de los desastres.

La segunda cosa que es una prioridad para los países de la región es movilizar recursos financieros que  se pueden utilizar inmediatamente después  de un desastre.

¿Y qué herramientas ofrece el Banco Mundial para ayudar a los países en esta Gestión  Financiera del Riesgo de Desastres?

Podemos apoyar de varias maneras. Primero con análisis técnicos, con trabajo analítico que permita, por ejemplo, medir más precisamente la exposición de los países a  desastres para medir el riesgo, digamos, que corren los países de frente a todo tipo de desastres.

Una segunda cosa es de apoyar estas inversiones preventivas, la respuesta tal vez más importante.

Y finalmente, apoyamos a los países a movilizar los recursos financieros que van a necesitar  para reaccionar después de la materialización de un desastre.

¿Por qué el banco apoya a los países en esta gestión del riesgo de desastres?

Es que son los más pobres en los países los que siempre son más impactados por los desastres. Eso es, digamos, parte de nuestra misión, proteger a los más vulnerables frente a los impactos del cambio climático. Está absolutamente en el corazón de nuestra misión de erradicar la pobreza extrema.

Además, los desastres importantes tienen un impacto tal, y un costo tal, que pone en peligro toda la agenda de desarrollo del país.

Entonces, no se puede hablar de prosperidad compartida sin apoyar a los países para prepararse a enfrentar mejor los desastres importantes que, desafortunadamente,  van a tener que seguir enfrentando.

Entrevistador: Álvaro G. de Pablo