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VideoNoviembre 27, 2024

Lecciones aprendidas para la gestión del riesgo de desastres: de Mitch a Eta e Iota

Se estima que el impacto económico del huracán Mitch es el equivalente a 30 años en desarrollo para la región de Centroamérica. ¿Hemos avanzado desde entonces?

Conversamos sobre esto con Joaquín Toro, coordinador de Gestión de Desastres para la región de América Latina y el Caribe en el Banco Mundial.

¿Cuáles son los avances en Centroamérica en gestión de riesgo de desastres?

Uno no puede comparar los desastres, sin embargo, hace pocos años tuvimos Eta y Iota, que afectaron a la misma región, el mismo lugar del huracán Mitch. Sin embargo, tuvimos impactos mucho menores en huracán Mitch.

Lamentablemente perdimos miles de vidas en Honduras y en Nicaragua. Y afortunadamente, por esfuerzos de sistemas de alerta temprana, evacuación, obras de mitigación que se hicieron en la región, solamente, y lamentablemente perdieron la vida un poco más de 90 personas.

Los impactos económicos también fueron mucho más bajos. Entonces hemos avanzado en la región, en aspectos de reducción de riesgo, sistemas de alerta temprana, asistencia y preparación a nivel comunitario.

Sin embargo, la región está bastante expuesta a todas las amenazas naturales. El cambio climático tampoco ayuda. Estamos viendo eventos más fuertes y recurrentes.

¿Hay algún ejemplo de alguna lección aprendida que podamos extraer de otros países y que vendrían bien para la realidad de Centroamérica?

Colombia fue uno de los primeros en empujar créditos contingentes. De hecho, esto junto con experiencia en Turquía, el Banco desarrolló los préstamos de crédito contingente, los famosos CAT DDOs, para comenzar a cubrir y proteger ese presupuesto.

En la misma línea de financiamiento de riesgo, el Banco también ha apoyado a países como México, Chile, Perú y Colombia a desarrollar un instrumento de transferencia del riesgo hacia el sector privado con los bonos de catástrofe. De hecho, México fue uno de los primeros países en ponerlos en el mercado.

La región del Caribe, por ejemplo, en la misma área de gestión financiera de riesgo, ha innovado hace ya un poco más de 15 años, con el seguro catastrófico de riesgos del Caribe, el CCRIF, que es un pool de aseguramiento, que asegura al Estado en términos de catástrofe. Eso se ha exportado a Centroamérica y ahora varios países de la región, como Guatemala o Panamá, son parte de CCRIF.

Entrevistador: Álvaro G. De Pablo, comunicador del Banco Mundial.

Acerca del Fondo Fiduciario Multidonante del Programa de Seguros contra Riesgos Catastróficos para Centroamérica y el Caribe

El Fondo Fiduciario Multidonante del Programa de Seguros contra Riesgos Catastróficos para Centroamérica y el Caribe, creado en 2014, ha facilitado el acceso a transferencias soberanas de riesgo catastrófico de alta calidad mediante el apoyo al CCRIF SPC, el Fondo de Seguro contra Riesgos Catastróficos del Caribe. Además, ha proporcionado asistencia técnica a los países vulnerables, mejorando su capacidad para gestionar los impactos financieros de los desastres.

El éxito del fondo se ha visto impulsado por el liderazgo activo del comité directivo y el apoyo de donantes clave, como la República Federal de Alemania, a través del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) y su Banco de Desarrollo (KfW), el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, el Gobierno de Canadá y la Unión Europea (UE).

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