Desafío
La crisis financiera mundial afectó significativamente a Letonia: el producto interno bruto (PIB) combinado se redujo en casi un 25 % y el desempleo se triplicó de 6 % a 20 % entre 2007 y 2009. Aunque la economía se recuperó gradualmente, la tasa de desocupación se mantuvo elevada, ascendiendo a un 15 % a fines de 2011. Los trabajadores menos calificados sufrieron en forma desproporcionada las consecuencias del deterioro del mercado laboral. Las personas socialmente vulnerables, los desempleados por un largo periodo, y los que no estaban activos en el mercado laboral constituían un motivo de especial preocupación. Lograr que más personas volvieran a trabajar era fundamental para revertir la gravedad de la pobreza y la polarización social que se habían observado desde 2007. Casi dos tercios de los pobres de Letonia vivían en hogares con bajo nivel de empleo.
El Gobierno solicitó respuestas a preguntas relativas a la dependencia de los beneficios sociales; cómo cambiar el sistema tributario y de beneficios para ofrecer una protección adecuada y promover el empleo; cómo orientar los programas de búsqueda de trabajo y capacitación formal para que las personas volvieran a trabajar, y cómo el Gobierno puede usar su caudal de datos administrativos para cimentar la formulación de políticas basadas en pruebas en todas estas áreas.
Solución
El Ministerio de Bienestar Social de Letonia encomendó al Banco Mundial evaluar la situación del empleo y la protección social del país después de la crisis, teniendo en cuenta sobre todo a las personas desempleadas e inactivas. Se generó una serie de notas informativas usando una detallada encuesta administrativa de hogares y datos sobre gastos, en colaboración con expertos técnicos gubernamentales.
El estudio mostró cómo usar macrodatos para fundamentar un difícil debate de políticas sobre dependencia de la asistencia social, beneficios tributarios para los grupos de menores ingresos y programas de empleo. Para investigar estas cuestiones, se creó una gran base de datos de panel vinculando información sobre personas incluidas en las bases de datos de seguridad social, asistencia social, servicios de empleo, registro de la población y seguros de salud. Los datos correspondientes a 91 curvas mensuales desde enero de 2006 hasta julio de 2012 cubrieron el 43 % de la población total y permitieron al Banco investigar —con una base sólida de evidencias— los problemas de dependencia de las prestaciones sociales y el impacto de los programas laborales.
Al hacer participar a un gran número de partes interesadas en el estudio de principio a fin y realizar todos los análisis disponibles en línea y en conferencias públicas, el proyecto fue considerado objetivo y que no respondía a intereses políticos.